Cuenta la leyenda que esa noche aquel ser que tiempo atrás había sido un hombre deseó, por vez primera, volver a ser lo que era. Anheló poder respirar, poder gritar que el bosque miente, poder decirle que todo lo que ella deseaba podía cumplirse…
Cuenta la leyenda que sin saber cómo ni por qué volvió de ese lugar donde las almas perdidas se convierten en sombras y abrió los ojos en la oscuridad sintiendo de nuevo el tictac del tiempo que, poco a poco, se le iba escapando entre los dedos.
Hizo callar a los árboles, consiguió hacer silbar al viento, intentó por todos los medios poder encontrarla de nuevo (…)
Cuenta la leyenda que sin saber cómo ni por qué volvió de ese lugar donde las almas perdidas se convierten en sombras y abrió los ojos en la oscuridad sintiendo de nuevo el tictac del tiempo que, poco a poco, se le iba escapando entre los dedos.
Hizo callar a los árboles, consiguió hacer silbar al viento, intentó por todos los medios poder encontrarla de nuevo (…)
Más me alegra a mí que vuelvas :).
ResponderEliminarEl tiempo no se escapa, porque es libre, pero tenemos la extraña manía de intentar capturarlo, pero no se puede coger.